Gente. Dios sabe que la amo (no le temas al sarcasmo). De
hecho, no puedo decir que odio a muchas personas específicas: muy pocas son
merecedoras de ese nivel de atención. Ciertamente, pienso, que hay algunas personas buenas por
ahí, en algún lugar, es solo que aquí,
en mi pequeña faceta rutinaria, es muy raro el realmente sentir algo de los demás. Las relaciones son difíciles. Siento irritación
de estar entre toda la gente que ya ha encontrado sus relaciones, y que
encuentra a aquellos que no lo hemos hecho como unos indeseables, como el vacío
que ellos llenarían.
La adormecedora ensoñación de saber que estás solo no porque
la gente no te aceptará, sino porque tú encuentras poco valioso aceptar. Una soledad
forzada es mejor que simplemente tolerar tu compañía esperando por algo mejor.
La soledad no es algo tan terrible cuando consideras la
alternativa de pensar para consolarte, es estar rodeado solo de advertencias de
porque la soledad es preferible. Me gustaría tener filmes y música sobre la borrosa masa de
rostros que me encuentro. Gente viéndose como meras maquinas carnosas : Sin
pasión, y muertas.
Pero todo esto está en mi cabeza: No puedo pedir ser
demasiado arrogante para estar seguro de alguna de estas particulares
percepciones. Después de todo, la realidad es lo que hacemos. Es
simplemente desafortunado que la población en general la haya hecho tan
desagradable.
Estoy divagando. Quizá un tema distinto. Estoy agradecido de
que hayas vivido para ver una segunda entrega. Las ventas del primer libro me
permitieron darme el lujo de tener mi nueva prótesis de cabeza (viene equipada
con una sonrisa automatizada, así no tengo que fingir) así que gracias a
aquellos que ayudaron en esta cizañosa situación
Jhonen Vasquez, 3:55 am
Por algún error, mi petición de cartas fue omitida en la
primera entrega, así que: Inúndenme de cartas a la dirección de Slave Labor. Por favor
no me envíes carne, o fotos de desnudos de tu carne.
MENSAJE SUBLIMINAL : OLVIDARÁS QUE TIENES ESTA REVISTA, ASÍ
QUE IRÁS A COMPRAR OTRA.
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